-¿Cuándo empezaste a jugar al ajedrez?

-A los 8 años, mi padre me enseñó a jugar al ajedrez y cuando tenía alrededor de 14-15 años comencé a ganar torneos en mi pueblo, Huétor Tájar, fue entonces cuando empezaron a darse cuenta de que yo era capaz de conseguir muchos logros en este ámbito de cara al futuro, así que me apoyaron para poder subir mi nivel de juego y aún sigo en ello.

-¿Qué tal tu participación en el torneo y el contacto con los compañeros?

-He participado en el Campeonato Nacional de Jóvenes y he tenido una relación estupenda con ellos que aún sigo manteniendo, hablamos de diferentes temas y actividades, de ajedrez, de lo que nos resulta interesante.

-¿Qué adaptaciones necesitas?

-Necesito un tablero adaptado con piezas que pueda diferenciar al tocar y reconocer a la perfección, en mi caso, necesito también un tablero más pequeño ya que, por la retinosis pigmentaria mi campo visual es más reducido. Existen otros tableros de mayor tamaño pero que a mi no me resultan cómodos, prefiero un tablero adaptado cuando participo en torneos para poder jugar mejor y más a gusto.

-¿Qué importancia tiene el papel del GILSE en el torneo?

-Es importante para mi acudir a los torneos acompañado de un guía-intérprete ya que además de guiarme, se sienta frente a mi durante el juego de manera que ambos tengamos delante el tablero adaptado, cuando muevo alguna pieza, digamos que el GILSE en ese momento hace el papel de asistente, y canta la jugada correspondiente al movimiento que realizo en el tablero para que mi rival pueda mover la pieza en el suyo; al igual que cuando mi rival canta una jugada, el GILSE realiza el mismo movimiento en mi tablero adaptado, de esta manera conseguimos que la comunicación sea perfecta y además es un sistema que está permitido por los árbitros de ajedrez.

-¿Cuáles son tus expectativas de futuro?

-Mi meta es seguir luchando para lograr ser algún día campeón de España en el campeonato de ajedrez para ciegos, se que es muy complicado y que me queda mucho por aprender y mejorar mi nivel de juego, aunque estoy cerca y seguiré luchando hasta el final.