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24
Julio

EXCURSIÓN AL CAMINITO DEL REY

caminoto del rey


El pasado día 25 de junio tuvimos la oportunidad de disfrutar de una aventura a través de una ruta de más de 3 kilómetros en plena naturaleza. Se trata del famoso Caminito del Rey, un recorrido que atraviesa las paredes del desfiladero de los Gaitanes, en la provincia de Málaga.

Alternando entre acantilados y zonas arboladas, el recorrido nos deslumbró con unas vistas espectaculares de las montañas y el río que fluía a unos 105 metros bajo nuestros pies que nos acompañó durante, prácticamente, todo el trayecto. Fue una experiencia única, tanto para las seis personas sordociegas como para los tres voluntarios. Eso sí, siempre con la amenaza de la lluvia encima de nuestras cabezas, ya que chispeó un par de veces durante el camino.

La sensación de peligro al cruzar las pasarelas de apenas un metro de anchura se mezclaba con el asombro al observar el paisaje.

El recorrido comenzó atravesando un túnel bastante oscuro, salvo por las pequeñas bombillas que aportaban algo de luz a lo largo de su diámetro. Comenzamos a subir por caminos escarpados, con tierra y piedras, llegando incluso a subir escaleras en cuyos peldaños apenas cabía la punta del pie. Todo ello, sin embargo, equipados con cascos y con otras medidas de seguridad, como barandillas y cadenas a las que agarrarse. Atravesamos, primero, una de las gargantas habilitadas con pasarelas en la propia pared, a través de las cuales solo pudimos pasar en fila india, por la falta de amplitud. Al acabar este tramo, nuevamente volvimos a recorrer caminos de tierra y piedras, donde encontramos un lugar tranquilo para descansar y comer algo.

Repuestas nuestras fuerzas, nos dispusimos a reemprender nuestra aventura, y llegamos al segundo acantilado que tuvimos que recorrer. Especialmente interesante fue la plataforma de cristal, en la que pudimos situarnos para ver, bajo nuestros pies, literalmente, el río correr. Más tarde, conseguimos llegar al último tramo de la travesía, en el que nos esperaba un puente colgante que unía ambos acantilados, y en el que soplaba un aire endiablado. Aún así, sobrevivimos. Fue entonces cuando, antes de llegar al autobús que nos llevaría de vuelta al aparcamiento, estalló una tormenta que duraría unos diez minutos, pero que fue suficiente para calarnos hasta los huesos.

Pudimos disfrutar, también, de una agradable charla mientras reponíamos fuerzas antes de marcharnos de aquel precioso paraje, de vuelta a casa.

 

caminito del rey 1


caminito del rey 2


caminito del rey 3


 

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